Hace ya varios años que la mayoría de electrodomésticos van acompañados de una etiqueta energética. Es uno de los condicionantes más importantes a la hora de tomar una decisión si nos estamos planteando adquirir un electrodoméstico nuevo, ya que esta etiqueta nos da una información muy útil y precisa con solo echar un vistazo rápido.
Saber interpretar lo que vemos en la etiqueta, puede ayudarnos a decidir por el producto que más se ajuste a las necesidades de nuestra vivienda o instalación, ya que nos marca el nivel de consumo energético.
Para ello, tenemos que tener en cuenta la información más importante que transmiten, entre otros:
– Nombre del proveedor o marca del producto
– Eficiencia energética: nos informa del nivel energético del aparato. Se marca a través de una clasificación de colores y letras. Los más eficientes irán marcados en verde y A +++, que a causa de que la tecnología avanza constantemente, se han introducido varios niveles identificados con este signo (+), hasta los que van marcados en rojo con la letra D, estos son los que tienen menos eficiencia energética. Esto significa que los más eficientes son los que menos energía consumen.
– Símbolos o pictogramas: enfocado a cada electrodoméstico de forma más individual, nos facilita datos más concretos del aparato, así como información de escalas de ruido y decibelios que emite el aparato cuando está funcionando.
En el portal del consumidor de la comunidad de Madrid, se hace referencia a la regulación vigente, real decreto contemplado en el BOE y detalle de electrodomésticos obligados a llevar la etiqueta, para no tener ninguna duda a la hora de elegir nuestro producto.