Sabemos por definición, que el cambio climático es un problema que provoca el incremento de concentración de Gases de Efecto Invernadero, que retiene los rayos del sol en la atmósfera, produciendo así el aumento de la temperatura , es decir, que la temperatura global en la Tierra va aumentando lenta, pero progresivamente.
El cambio climático es un “fenómeno” que lleva mucho tiempo en estudio, y se ha determinado la cantidad de grados que ha subido la temperatura en todo un siglo, además del crecimiento del nivel del mar y del aumento de su temperatura. Son varios los organismos que se encargan de realizar las investigaciones, puesto que es un problema que afecta mundialmente a todos los niveles.
Quizá la consecuencia de la que más hemos oído hablar recientemente sea la reducción de los polos, y es que el deshielo en el Ártico y en la Antártida es ya una realidad. Lo preocupante es que a medida que pasan los años, se ha comprobado que el aumento es cada vez más rápido, incluso grandes extensiones de hielo que formaban parte de la región, han desaparecido por completo.
Las consecuencias no se pueden predecir con exactitud, pero no son muy alentadoras, desde desaparición de especies, enfermedades, falta de agua potable, aparición de fenómenos meteorológicos en su nivel más extremo, en definitiva, un cambio que afectará a todos por igual.
A día de hoy, lo único que se puede hacer es prevenir y poner todos los medios que estén a nuestro alcance para que esto no ocurra. La mayoría de los países se están poniendo de acuerdo para unir fuerzas con un único objetivo: Cuidar el planeta Tierra.