No te autoengañes, esto es imposible, vamos que ni David Copperfield podría conseguirlo. Por eso es muy importante que tanto las instalaciones como los aparatos de climatización sean eficientes energéticamente y posteriormente hacer un uso eficiente de la instalación, ya que una mala praxis hace que el consumo se dispare. Por ejemplo, el aire acondicionado debe servirnos para aliviarnos del calor, pero no para pasar frío, primero porque entonces perdemos confort y segundo porque nuestra factura va a ser más elevada. Apagar la calefacción por la noche y encenderla por la mañana no es sinónimo de ahorro, siempre se va a consumir menos cuando una caldera trabaja para mantener una temperatura que para conseguir una temperatura de confort, que supone ganar muchos grados de repente y luego mantenerlos.

Te recomendamos, que siempre que precises un servicio de climatización, te pongas en manos de profesionales, que te realizarán la mejor instalación posible, con materiales y aparatos de calidad y te asesorarán adecuadamente del mantenimiento y uso. Todos sabemos que “lo barato es caro”.